SOMOS SIMPLES SERVIDORES
Pastoral Educativa
Querida
comunidad educativa:
Nos ponemos en presencia de Dios para comenzar
la oración de hoy.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, Amén.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 17, 7-10:
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: “¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra enseguida y ponte a comer’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú?’ ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se
les mandó, digan: ‘No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos
que hacer’ ”.
Palabra del Señor
Reflexión del Evangelio de San Lucas
Los
hombres tendemos a convertir en "heroico" las cosas más ordinarias de
nuestro deber. Nos llegamos a considerar "héroes" por llegar puntuales
al trabajo o por respetar las señales de tráfico. Los niños creen que se
merecen un premio por cumplir con sus deberes escolares... Sólo estamos
haciendo lo que debíamos hacer.
También
como cristianos se nos presenta esta tentación. Aunque nunca lo expresamos así,
llegamos a creer que nosotros le hacemos un favor a Dios cuando rezamos,
participamos en la Misa dominical, o cuando cumplimos los Mandamientos. Cristo
nos ofrece este mensaje para prevenirnos de esta actitud, con la que nos
olvidamos de que Él nos ha dado infinitamente más de lo que nosotros podemos
ofrecerle.
Pero
Dios no es un amo déspota y desconsiderado. No pensemos que al final de nuestra
vida, después de haber trabajado y luchado sinceramente por Dios, seremos
recibidos en el cielo con un seco y frío: "Sólo has hecho lo que tenías
que hacer". Eso lo tenemos que decir nosotros, pero no lo dirá Él. Sus
palabras las conocemos: dirá a quienes hayan vivido su mensaje: "Venid,
benditos de mi Padre...". Y nos sentaremos con Cristo a gozar del banquete
eterno.
Meditación
del Papa
Porque la fe es un encuentro con Jesús, y nosotros
debemos hacer lo mismo que hace Jesús: encontrar a los demás. Vivimos una
cultura del desencuentro, una cultura de la fragmentación, una cultura en la
que lo que no me sirve lo tiro, la cultura del descarte. Pero sobre este punto
os invito a pensar —y es parte de la crisis— en los ancianos, que son la
sabiduría de un pueblo, en los niños... ¡la cultura del descarte! Pero nosotros
debemos ir al encuentro y debemos crear con nuestra fe una “cultura del
encuentro”, una cultura de la amistad, una cultura donde hallamos hermanos,
donde podemos hablar también con quienes no piensan como nosotros, también con
quienes tienen otra fe, que no tienen la misma fe. Todos tienen algo en común
con nosotros: son imágenes de Dios, son hijos de Dios. Ir al encuentro con
todos, sin negociar nuestra pertenencia» (S.S. Francisco, 18 de mayo de 2013).
Amén