JORNADAS TALLER CON LAS FAMILIAS DE 1° GRADO: ¿Por qué me siento como me siento?
Conocer las diferencias entre amor e indiferencia nos ayudará a percibir la realidad del otro
y ser protagonistas de una sociedad que se debe construir desde el reconocimiento de quien pasa a nuestro lado.
La mirada, poderoso reflejo de nuestra personalidad, es capaz de transmitir muchísimas emociones, ideas,
y pensamientos sin tener que pronunciar una sola palabra.
Nuestra mirada es capaz de revelar aspectos de nuestra personalidad, deseos e incluso nuestros estados de ánimo.
Si tan solo tuviéramos dimensión de lo que podemos generar en los demás con pequeños gestos,
con un mimo imperceptible que nos conecte desde lo más amoroso.
Se les pidió a los chicos que levantaran la mano quien alguna vez le había hablado a mamá o papá
y no los habían mirado o prestado atención en algún momento y muchos levantaron la mano.
A veces, estamos tan sumergidos en nuestros problemas de adultos que olvidamos hacer una pausa para mirar....
nuestros hijos nos hablan con la mirada, con la sonrisa, con sus gestos.
Podemos saber cómo se sienten solo con mirarlos.
El objetivo de este proyecto fue que ellos pudieran identificar sus propias emociones para poder encontrar estrategias para regularlas.
Pero también que fueran capaces de mirar... Para que las emociones del otro no sean indiferentes.
Solo haciendo una pausa en este mundo loco adulto,
podremos detenernos a mirar y así descubrir lo que sienten nuestros hijos.
Ese es el comienzo para una infancia más feliz,
capaz de regular emociones y buscar estrategias para vivir en sociedad con alegría y respeto.