"UNA SOLA COSA ES NECESARIA" Lc 10,42

    Pastoral Educativa                           

Querida comunidad educativa:

¡Muy buenos días! Esperamos que se encuentren muy bien…

 

Nos ponemos en presencia de Dios para comenzar la oración de hoy.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 

Lectura del Santo Evangelio según San  Lucas 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. Marta, entre tanto, se afanaba en diversos quehaceres, hasta que, acercándose a Jesús, le dijo: “Señor, ¿no te has dado cuenta de que mi hermana me ha dejado sola con todo el quehacer? Dile que me ayude”.

El Señor le respondió: “Marta, Marta, muchas cosas te preocupan y te inquietan, siendo así que una sola es necesaria. María escogió la mejor parte y nadie se la quitará”.

 

Palabra del Señor

 

Hoy la Palabra nos presenta el conocido relato de la visita de Jesús a la casa de Marta y María, Marta ocupándose de atenderlos del mejor modo, atareada en el servicio y casi molesta por ver a María que sólo escucha y está con el Señor.

 

Ante el requerimiento de Marta de que le ayuden, Jesús le responde: Marta, Marta, te inquietas y preocupas de muchas cosas y sólo una es la importante, María eligió la mejor parte y no le será quitada.

 

El servicio y preocupación de Marta por atender bien a Jesús y a sus discípulos, es necesaria y muy buena y a la vez atenta de su parte…y la atención que María le presta a Jesús también es buena y a la vez, la mejor, dice el mismo Jesús.

 

Jesús no le dice a Marta que está mal lo que está haciendo, sino que se está olvidando de lo más importante, escucharlo a Él, estar con Él, porque sólo desde allí tiene sentido el servicio, la entrega, el hacer las cosas por y para Jesús.

 

Muchas veces, no sé si te ocurre a vos, pero pasa que corriendo y cansándonos por hacer muchas cosas por los demás e incluso para Dios, nos olvidamos del motivo porque lo hacemos, por hacer tantas cosas nos olvidamos de escuchar al otro, de mirarlo y prestarle atención.

La mejor parte que no será quitada, será siempre Jesús; y el buscarlo y estar con Él, será siempre la garantía para que tu servicio a Jesús en el lugar donde estás, sea fecundo, sea alegre, sea gozosa.

 

A veces, Jesús recomienda claramente la caridad, el servicio a los demás, como con la parábola del buen samaritano que con mucha caridad atendió al que encontró herido en el camino. Otras veces, como hoy, Jesús resalta la actitud de fe y de escucha. Como que Jesús va alternando en los pedidos. A veces acentúa el servicio y otras veces acentúa la oración. Es que las dos cosas son necesarias. No podemos poner como opuestas las dos actitudes: la de la caridad por un lado y la de la oración por otra. Sino que tenemos que verlas como complementarias. Se complementan la caridad hecha servicio y la oración hecha escucha. Tenemos que tener las dos cosas. Caridad y oración. Caridad para con los demás comenzando en nuestras familias y tiempos de oración para con Dios. 

 

Nos sentemos a los pies del único Maestro, dejemos de lado por un momento las ocupaciones, no porque estén mal sino porque pueden esperar, y dejémonos seducir el corazón por la pasión de un Dios derretido en caridad, que es de todos y viene para todos. Y alrededor de su palabra, proclamada, celebrada, compartida y repartida, hacernos comunidad. 

 

A la luz de la Palabra de Dios podemos examinarnos. ¿Cuál es el aspecto que yo descuido? ¿me refugio tal vez en la oración y luego no pongo el hombro al trabajo? ¿O hago al revés, trabajo mucho y rezo poco?

 

Señor, danos un corazón generoso y servicial, que siempre pueda escucharte, que se haga fecundo desde el encuentro personal y diario contigo.

 

Que tengas lindo día, Dios te bendiga.