ORACIÓN POR EL FIN DE LA PANDEMIA
Equipo
Pastoral
Martes
12 de Mayo
Evangelio del día según San Juan (15, 9-17)
En aquel tiempo, Jesús dijo a
sus discípulos: “Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi
alegría esté en ustedes y su alegría sea plena.
Este es mi mandamiento: que se
amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a
sus amigos, que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen
lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que
hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo
que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han
elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den
fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan
en
Palabra de Dios.
Reflexión del Papa
Francisco del Evangelio de hoy
Francisco
ha presidido la Misa en la Casa Santa Marta el día en que la Iglesia celebra la
fiesta de San Matías, Apóstol. En la introducción, ha recordado la hodierna
Jornada de oración, ayuno y obras de caridad promovida por el Alto Comité de la
Hermandad Humana, alentando a todos a unirse como hermanos, para pedirle a Dios
la liberación de este mal:
“El
Alto Comité para la Hermandad Humana ha convocado para hoy una jornada de
oración, ayuno, para pedirle a Dios misericordia y piedad en este momento
trágico de la pandemia. Todos somos hermanos. San Francisco de Asís dijo:
"Todos hermanos". Y para esto, hombres y mujeres de todas las
denominaciones religiosas, hoy, nos unimos en oración y penitencia, para pedir
la Gracia de la curación de esta pandemia”.
En
la homilía, el Papa comentó la primera lectura, tomada del Libro de Jonás, en
la que el profeta invita al pueblo de Nínive a convertirse para no sufrir la
destrucción de la ciudad. Nínive se convirtió y la ciudad se salvó de una
pandemia, tal vez "una pandemia moral", observa el Papa. "Y hoy
- subraya - todos nosotros, hermanos y hermanas de todas las tradiciones
religiosas, rezamos: jornada de oración y ayuno, de penitencia, convocada por
el Alto Comité para la Hermandad Humana. Cada uno de nosotros reza, las
comunidades rezan, las confesiones religiosas rezan: rezan a Dios, todos los
hermanos, unidos en la hermandad que nos une en este momento de dolor y
tragedia".
Francisco
además ha asegurado que "no esperábamos esta pandemia, llegó sin que
nosotros lo esperáramos, pero ahora está aquí. Y mucha gente muere. Y muchas
personas mueren solas y muchas personas mueren sin poder hacer nada”. En este
sentido dice que puede venirnos el pensamiento de “pero a mí no me ha tocado,
gracias a Dios que me salvé": “¡Pero piensa en los demás! Piense en la
tragedia y también en las consecuencias económicas, las consecuencias para la
educación y lo que sucederá después”. "Y por esta razón hoy todos, –
señala – hermanos y hermanas, de cualquier confesión religiosa, rezamos a
Dios”.
"Quizás
- señala el Papa - habrá alguien que dirá: "Pero esto es relativismo
religioso y no se puede hacer". "Pero cómo que no se puede hacer, ¿no
podemos rezar al Padre de todos? Cada uno reza como sabe, cómo puede, según su
propia cultura. No estamos rezando unos contra otros, esta tradición religiosa
contra esta, ¡no! Todos estamos unidos como seres humanos, como hermanos,
rezando a Dios, de acuerdo con la propia cultura, de acuerdo con la propia
tradición, de acuerdo con las propias creencias, pero hermanos y rezando a
Dios, esto es lo importante: hermanos, ayunando, pidiendo perdón a Dios por nuestros
pecados, para que el Señor tenga misericordia de nosotros, para que el Señor
nos perdone, para que el Señor detenga esta pandemia. Hoy es un día de
hermandad, mirando al único Padre, hermanos y paternidad. Día de oración".
Esta
pandemia - ha dicho Francisco - "vino como una inundación, vino de un sólo
golpe. Ahora nos estamos despertando un poco. Pero hay muchas otras pandemias
que hacen morir a las personas y no nos damos cuenta, miramos a otro lado.
Somos un poco inconscientes ante las tragedias que están sucediendo en el mundo
en este momento".
El
Papa cita una estadística oficial, que no habla de la pandemia de coronavirus,
sino de otra: "En los primeros cuatro meses de este año, 3 millones 700
mil personas murieron de hambre. Existe la pandemia del hambre. En cuatro
meses, casi 4 millones de personas. Esta oración de hoy para pedirle al Señor
que detenga esta pandemia debe hacernos pensar en las otras pandemias en el
mundo. ¡Hay muchas! La pandemia de las guerras, del hambre y muchas otras. Pero
lo importante es que hoy, juntos y gracias al coraje que ha tenido este Alto
Comité para la Hermandad Humana, juntos hemos sido invitados a rezar según la
propia tradición y a hacer un día de penitencia de ayuno y también de caridad,
de ayuda a los demás. Esto es lo importante. En el libro de Jonás, escuchamos
que el Señor, cuando vio cómo había reaccionado la gente, se convirtió, y el
Señor detuvo, detuvo lo que quería hacer".
Actividad del Día
Hoy,
al igual que Francisco, invitamos a todas las familias a rezar por la pandemia
y por las personas que la están sufriendo más de cerca. Les proponemos que
todos unidos, antes de la cena de esta noche, pidamos a Dios por los enfermos,
por las personas que están pasando hambre, por los que están en soledad, por
los adultos mayores.
También los invitamos a que a lo largo del día, enviemos un mensaje a alguno de
nuestros amigos que hace mucho tiempo no vemos, que sea un mensaje afectuoso,
un mensaje de amor, de cercanía, para acortar un poco las distancias que
estamos teniendo en estos tiempos de pandemia, y porque no, invitarlo también a
que haga esta oración antes de la cena junto con su familia.
Les adjuntamos el video de Francisco en donde nos invita a rezar por la
Pandemia:
https://www.youtube.com/watch?v=Mu5Pf1TDkls&feature=youtu.be