ADVIENTO: CAMINAMOS CON JESÚS

    Pastoral Educativa                           

Querida comunidad educativa:

 

Muy buen comienzo de semana. Qué alegría que hayamos celebrado juntos como comunidad a nuestra Madre Inmaculada…

Hoy nos disponemos a comenzar con nuestra oración diaria.

Como les comentamos el otro día, el domingo 29 de noviembre, comenzamos con el tiempo de Adviento y por esto, durante este mes vamos a compartir en nuestra oración algunas reflexiones y algunos gestos referidos a este tiempo para realizar durante la semana en familia...

 

Hace unos días les proponíamos armar nuestro Belén…  

Eligiendo el “pesebre” para que sea el lugar de encuentro de oración de toda la familia.

¡Qué regalo tan lindo es el Adviento! ¡Una nueva oportunidad que nos acerca Dios para prepararnos para la Navidad! Jesús quiere celebrar con todos, el día en que eligió NACER y venir al mundo por AMOR. Igual que cuando festejamos nuestros cumples ¿vieron cómo nos preparamos con tanta alegría y dedicación? ¡Qué lindo es ver como todas las personas que nos quiere, comienzan a pensar en lo que más nos gusta o en lo que más necesitamos y eligen un regalo para hacernos “felices”!

Cómo disfrutamos cuando llega el momento de hacer las INVITACIONES. ¡No queremos que nadie se lo pierda! ¡queremos avisarles a todos! Es que siempre hay algo importante que celebrar, cuánto más nos preparemos ¡más lo disfrutaremos! Algo muy parecido, es lo que vivimos en la Navidad. En el adviento Jesús nos invita a hacer muchas cosas para prepararnos para que esta fiesta sea realmente especial. ¿Te sumas? Animate.

 

¿Qué les parece si elegimos un lugar de la casa para rezar? Los que realizaron la oración la semana pasada seguro tendrán en sus pesebres muchas estrellas, los nombres de todas las personas que quieren mucho. ¡Hoy le sumaremos nuevos gestos! Vamos a saludar a nuestro buen amigo Jesús que nos invita a acompañarlo al pesebre…

EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. Amén.

Vamos a comenzar este momento de oración leyendo el Evangelio del segundo domingo de Adviento.


 

 

Preparar el camino del Señor es decirles a María y José que nos alegra encontrarlos en el camino y que siguiendo la estrella vamos a ir juntos a Belén. Juan Bautista tuvo la misión de prepararle el camino a Jesús ¡igual que nosotros ahora! Que todos se enteren… ¡YA LLEGA NUESTRO AMIGO JESÚS! Y si queremos prepararle el camino, nos tenemos que poner en marcha… ¡Manos a la obra!

 

¡DE PASEO CON JESÚS!

Si en el Evangelio se nos invita a preparar el CAMINO para que llegue Jesús… ¡a caminar se ha dicho! ANIMATE A REGALARTE UN RATITO PARA CAMINAR CON JESÚS, elegí dónde querés ir, tal vez lo querés hacer en algún rincón de la casa.

La idea es animarte a “caminar un rato como si estuvieras yendo a Belén”. Si querés podes hacerlo solo o con alguien de la familia.

Intenta mirar tus pies mientras caminás y así sentir que Jesús está ahí con vos, él está caminando a tu lado, y juntos van a Belén. Imagínate todo lo que habrán conversado María y José mientras hicieron esa larga caminata desde Nazaret a Belén. Seguro compartieron anécdotas de esos meses que esperaron ansiosos la llegada de Jesús. Vos también podés charlar mirando lo que fue tu año, recordando momentos lindos y algunos más difíciles…

¿QUÉ TE GUSTARIA DECIRLE? ¿TE GUSTARÍA PEDIRLE ALGO? ¿QUÉ TE GUSTARÍA PREGUNTARLE? QUE TUS PASOS SE HAGAN UNA ORACIÓN LINDA PARA JESÚS. Si no te sale conversarle con tus palabras, rezale un Padre Nuestro, un Ave María a nuestra madre, cantale o camina en silencio, porque en el silencio a Dios le encanta hablarte…

Le ofrezcamos a Jesús nuestro corazón tal cual está. Porque Dios lo quiere así, porque Dios quiere nacer ahí. ¡Es increíble que elija la sencillez y pobreza de nuestro corazón para nacer! No te guardes nada, no busques sólo entregarle lo mejor, él lo quiere todo para llenarlo de paz, de alegría, de esperanza y de vida. Jesús toma todos nuestros cansancios, miedos, preocupaciones, tristezas, alegrías, todo… Jesús recibe nuestro corazón como cuna y al nacer somos nosotros los que estaremos naciendo una vez más, en los brazos de María.