ESTÉN PREPARADOS...

    Pastoral Educativa                           

Querida comunidad educativa:

¡Muy buenos días! Los invitamos a ponernos en presencia de Dios un día más para comenzar con la oración de hoy.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.


Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 17, 26-37

En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: “Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.

Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.

Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.

Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada’’.

Entonces, los discípulos le dijeron: “¿Dónde sucederá eso, Señor?” Y él les respondió: “Donde hay un cadáver, se juntan los buitres”.

Palabra del Señor

 

La última venida de Jesús será repentina, inesperada y muchos estaremos desprevenidos.
En el Evangelio de Lucas se ilustra esta verdad con algunos ejemplos de la Historia Sagrada pertenecientes al Antiguo Testamento: “Sucederá como en tiempos de Noé…” “Sucederá como en tiempos de Lot…”

Lo cierto es que la Palabra de Dios en este día como tantos otras veces nos invita a estar atentos y prevenidos porque nadie sabe el día, ni lo hora en que esto sucederá y podemos asociar esto con unas palabras que pronuncio María en las bodas de Cana: “HAGAN TODO LO QUE EL LES DIGA”; es la mejor forma de estar siempre preparado a la hora en que el mismo Jesús venga a nuestro encuentro: “Cumpliendo con fidelidad su Palabra”.

 
Una vida en plena comunión con la Palabra de Jesús es una vida ganada en su totalidad, ya que él constantemente nos invita a darnos enteramente a los demás. El mismo Jesús en una oportunidad recordaba a sus discípulos: “No hay mayor felicidad al dar que al recibir”.

Por el contrario, una vida que no se encuentra en plena comunión con la Palabra de Jesús es solo pensar en ganarse a sí mismo, sin tener en cuenta a los demás.


La Palabra de hoy también nos invita a relativizar las cosas que no son importantes para nuestra vida y que lamentablemente en muchas oportunidades nos llevan a perder un montón de tiempo como si fueran la fuente de nuestra felicidad.

 
No debemos olvidar que la verdadera fuente de la vida está en la entrega de la propia vida y el mejor ejemplo siempre lo encontramos en Jesús, él realmente si fue como el grano de trigo que cae en tierra y muere para dar de esta manera muchos frutos.


La vida en abundancia es lo que nos promete Jesús y es hora de que podamos hacer realidad esta gran promesa en nuestra vida, una vida que no se termina y que nos lleva hacia Jesús que es la fuente de la Vida Eterna.

 

Pensar en la muerte no es una fea idea, pues es una realidad. Si pienso que sea una fantasía, desagradable o no, eso depende de mí. Pero, de cualquier modo que la imagine, la muerte vendrá, estará aquí. Y con ella llegará el feliz encuentro con el Señor, esta será la belleza de la muerte, será el encuentro con el Señor, será Él quien vendrá a nuestro encuentro, será Él quien dirá: Ven, ven, bendito de mi Padre, vente conmigo. (Santa Marta 17 de noviembre de 2017)


Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por él, así nos lo recuerda el mismo Evangelio de Juan.
Que esta Palabra sea luz para tus caminos y que tengas un día bendecido.

Amén.