PARA MEDITAR Y VIVIR EN FAMILIA LA PASCUA!!!
Equipo
Pastoral
Martes 5 de Mayo
La Iglesia otorga este mes a
María para conocerla y amarla más.
Durante siglos la Iglesia Católica ha dedicado todo el mes de mayo para honrar a la Virgen
María, la Madre de Dios.
La idea de un mes dedicado
específicamente a María se remonta al tiempo barroco o siglo XVII. Si bien, no
siempre se llevó a cabo en mayo, el mes de María incluía treinta ejercicios
espirituales diarios en honor a la Madre de Dios.
Fue en esta época que el mes de mayo
y de María se combinaron, haciendo que esta celebración cuente con devociones
especiales organizadas cada día durante todo el mes. Esta costumbre se extendió
sobre todo durante el siglo XIX y se practica hasta hoy.
Este mes vamos a ir profundizando en nuestra
madre… María...por eso hoy les proponemos armar
un altar especial con una estatua o imagen de María para que la tengamos
presente cada día en este mes dedicado a ella.
Los más chicos
pueden dibujar a María y colorearla.
Para esto, vamos a escoger un lugar ideal de
nuestro hogar, buscaremos un
lugar donde podamos “estar” con Dios y con nuestra madre, la Virgen María.
Tiene que ser un lugar que nos invite al recogimiento y a la oración, será
un lugar en donde la familia cada día pueda sentirla cerca y rezarle.
Que no sea un simple adorno, que sea realmente
un lugar de oración
Usémoslo
para orar… Que sea un lugar de encuentro para nosotros, para nuestra familia…
Luego, nos
pueden compartir una imagen de su altar
junto a María al Gmail: pastoralinmacu@gmail.com así
compartimos en comunidad nuestro rincón dedicado a María en este mes tan
especial.
A continuación les compartimos el Evangelio del
día y un extracto de la homilía del Papa Francisco...
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 10, 22-30
Por
aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo.
Era invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico de Salomón.
Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos vas a
tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo claramente”.
Jesús
les respondió: “Ya se lo he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre
de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis
ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les
doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me
las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de
la mano del Padre. El Padre y yo somos uno”.
Extracto del Papa Francisco sobre el Evangelio
de hoy:
En la misa de Santa Marta, esta mañana martes 5
de mayo, Francisco piensa en los que murieron a causa del Covid-19, que a
menudo murieron solos, sin la caricia de sus seres queridos y sin el funeral.
En su homilía enumeró algunas actitudes que nos impiden formar parte de las
ovejas de Jesús: la esclavitud de la riqueza, la rigidez, el clericalismo, la
pereza, la mundanidad. Sin libertad no podemos caminar hacia Jesús.
En su
homilía el Papa comentó el Evangelio de hoy (Jn 10:22-30) en el que los judíos
le piden a Jesús que diga abiertamente si es el Cristo. Pero el Señor responde:
"Os lo dije y no creéis. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre dan
testimonio de mí. Pero vosotros no creéis porque no sois ovejas de las
mías". Pero no crees porque no eres parte de mis ovejas. Esto - dijo el
Papa - plantea una duda: ¿pero creo? Y se preguntó: ¿qué me detiene frente a la
puerta, que es Jesús? “Hay actitudes previas a la confesión de Jesús. Incluso
para nosotros, que estamos en el rebaño de Jesús. Son como "disgustos
prejuiciosos", que no nos permiten avanzar en el conocimiento del
Señor".
El primer
obstáculo es la riqueza: "Incluso
muchos de nosotros, que hemos entrado por la puerta del Señor, nos detenemos y
no seguimos adelante porque estamos prisioneros de las riquezas. No debemos ser
esclavos de las riquezas, no vivir por las riquezas, porque las riquezas son un
señor, son el señor de este mundo y no podemos servir a dos señores. Y las
riquezas nos detienen".
Otra cosa
que nos impide avanzar en el conocimiento de Jesús, en la pertenencia de Jesús,
es la rigidez de corazón. También la rigidez en la interpretación de la Ley.
Jesús reprocha a los fariseos, los doctores de la ley, por esta rigidez. Que no
es la fidelidad: la fidelidad es siempre un don para Dios; la rigidez es una
seguridad para mí mismo". Esto nos aleja de la sabiduría de Jesús, de la
sabiduría de Jesús; te quita la libertad.
El Papa
describe otro impedimento: la pereza.
Ese cansancio que "nos quita la voluntad de seguir adelante" y
"te hace cálido y tibio". La pereza... es otra cosa que nos impide
seguir adelante".
Otra
actitud fea es el clericalismo,
porque "se pone en el lugar de Jesús". Dice: "Esto es así, así,
y así, y si no haces así, así entonces, no puedes entrar". Un clericalismo
que quita la libertad de la fe de los creyentes. Es una enfermedad, esta; fea,
en la Iglesia: la actitud clericalista".
Otra cosa
que nos impide seguir adelante en el conocimiento de Jesús "es el espíritu mundano". Cuando la
observancia de la fe, la práctica de la fe termina en la mundanidad. Y todo es
mundano. Pensemos en la celebración de algunos sacramentos en algunas
parroquias: ¡cuánta mundanidad hay! Y la gracia de la presencia de Jesús no es
bien entendida".
En todas
estas actitudes - dice el Papa - "falta la libertad. Y no se puede seguir
a Jesús sin libertad".
Al final de
la homilía el Papa rezó al Señor para que nos ilumine "para ver dentro de
nosotros si hay libertad" para ir hacia Jesús y "convertirnos en
ovejas de su rebaño".