PARA MEDITAR Y VIVIR EN FAMILIA LA PASCUA!!!

   Equipo Pastoral 


Martes 12 de Mayo                                        

           



Evangelio del día según San Juan (14, 27-31)

 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy como la da el mundo. No pierdan la paz ni se acobarden. Me han oído decir: ‘Me voy, pero volveré a su lado’. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean.

Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa que amo al Padre y que cumplo exactamente lo que el Padre me ha mandado’’.

Palabra de Dios.

 

Reflexión del Papa Francisco del Evangelio de hoy

Hoy es el día de las enfermeras. Ayer envié un mensaje. Recemos hoy por los enfermeros y enfermeras, hombres, mujeres, muchachos y muchachas que tienen esta profesión, que es más que una profesión, es una vocación, una dedicación. Que el Señor los bendiga. En esta época de la pandemia han dado ejemplo de heroísmo y algunos han dado su vida. Recemos por las enfermeras y los enfermeros.

En la homilía el Papa ha comentado el Evangelio (Jn 14,27-31) en el que Jesús dice a sus discípulos: “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo”.

“El Señor -dijo el Papa- antes de irse saluda a los suyos y da el don de la paz, la paz del Señor”. “No se trata de la paz universal, aquella paz sin guerras que todos nosotros deseamos que exista siempre, sino la paz del corazón, la paz del alma, la paz que cada uno de nosotros tiene dentro. Y el Señor te la da, subraya, pero no como la da el mundo”. Se trata de paces diversas. "El mundo - observó Francisco - te da paz interior", la paz de tu vida, este vivir con el corazón en paz, "como una posesión tuya, como algo que es tuyo y te aísla de los demás" y "es una adquisición tuya: tengo paz. Y tú, sin darte cuenta, te encierras en esa paz, es una paz un poco para ti" que te hace estar tranquilo y también feliz, pero "te adormece un poco, te anestesia y te hace quedarte contigo mismo": es "un poco egoísta". Así es como el mundo da la paz. Y es "una paz cara porque tienes que cambiar constantemente los instrumentos de paz: cuando te entusiasmas con una cosa, te da paz una cosa, luego se acaba y tienes que encontrar otra... Es cara porque es temporal y estéril".

"En cambio, la paz que Jesús da es otra cosa. Es una paz que te pone en movimiento, no te aísla, te hace ir hacia los demás, crea comunidad, crea comunicación. La paz del mundo es cara, la paz de Jesús es gratis. Es fecunda, siempre te hace avanzar. Un ejemplo del Evangelio que me hace pensar en cómo es la paz del mundo es ese Señor que tenía los graneros llenos" y pensó en construir otros almacenes para vivir finalmente tranquilo. "Necio, dice Dios, esta noche morirás." "Es una paz inmanente que no abre la puerta al más allá. En cambio, la paz del Señor" está "abierta al Cielo, está abierta al Paraíso". "Es una paz fecunda que se abre y porta a otros contigo al Paraíso".

El Papa invita a ver dentro de nosotros mismos cuál es nuestra paz: ¿encontramos la paz en el bienestar, en la posesión y en muchas otras cosas o encuentro la paz como don del Señor? "¿Tengo que pagar por la paz o la recibo gratis del Señor? ¿Cómo es mi paz? Cuando me falta algo, ¿me enfado? Esta no es la paz del Señor. Esta es una de las pruebas. ¿Estoy tranquilo en mi paz, me adormezco? No es del Señor. ¿Estoy en paz y quiero comunicarla a los demás y llevar algo adelante? Esa es la paz del Señor. Incluso en tiempos malos y difíciles, ¿esa paz permanece en mí? Es del Señor. Y la paz del Señor es fecunda también para mí porque está llena de esperanza, es decir, mira al Cielo.

El Papa Francisco relata que ayer recibió una carta de un buen sacerdote que le dijo que hablaba poco del Cielo, que debería hablar más de él: "Y tiene razón, tiene razón. Por eso hoy he querido subrayar esto: que la paz, esta paz que nos da Jesús, es una paz para el presente y para el futuro. Es empezar a vivir el Cielo, con la fecundidad del Cielo. No es anestesia. La otra, sí: te anestesias con las cosas del mundo y cuando la dosis de esta anestesia termina tomas otra y otra y otra y otra... Esta es una paz definitiva, fecunda, también contagiosa. No es narcisista, porque siempre mira al Señor. La otra te mira a ti, es un poco narcisista".

Actividad del Día

 Después de escuchar el Evangelio y la Homilía ¿Cómo es la paz de Jesús? ¿Cuándo nos damos en cuenta que estamos en paz? ¿Nos moviliza? ¿Nos dan ganas de transmitir esa paz a los demás?

Luego de reflexionar y conversar esto en familia, los invitamos a rezar por los enfermeros y enfermeras, y en especial por alguna persona cercana que se dedique a esta profesión. Los invitamos, a que si conocen a alguna persona que trabaje en el equipo de salud, les hagamos un regalo, pero no un regalo material, sino un regalo del corazón. Podemos enviarle un video con algunas palabras, una foto con algún dibujo, una canción, una oración o lo que se nos ocurra que nos parezca que puede llegar a ser significativo para esa persona que todos los días está saliendo a trabajar por nosotros.