TIEMPO PASCUAL
Equipo
Pastoral
Lunes
18 de Mayo
Evangelio
del día según San Juan (15, 26-16,4)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando venga el
Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la
verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán
testimonio, pues desde el principio han estado conmigo.
Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los
expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé
muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al
Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de
su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo’’.
Palabra de Dios.
Reflexión del Papa
Francisco del Evangelio de hoy
Francisco
preside la misa en la Casa Santa Marta el sexto domingo de Pascua. En la
introducción dirigió sus pensamientos al personal de limpieza:
Hoy
nuestra oración es por las muchas personas que limpian los hospitales, las
calles, que vacían los cubos de basura, que van por las casas para llevarse la
basura: un trabajo que nadie ve, pero es un trabajo que es necesario para
sobrevivir. Que el Señor los bendiga, los ayude.
En
su homilía, el Papa comentó el Evangelio de hoy en el que Jesús dice a sus
discípulos: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él
les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu de la
verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en
cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes. No los
dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes".
Al
despedirse de los discípulos, Jesús -afirmó Francisco- les da tranquilidad y
paz, con una promesa: "No los dejaré huérfanos". "Los defiende
de ese dolor, de esa dolorosa sensación de orfandad. Hoy en el mundo hay un
gran sentimiento de orfandad: muchos tienen muchas cosas, pero falta el Padre.
Y en la historia de la humanidad esto se repite: cuando el Padre falta, falta
algo y siempre existe el deseo de encontrarse, de encontrar al Padre, también
en los mitos antiguos: pensemos en los mitos de Edipo, de Telémaco" y
muchos otros que siempre muestran esta búsqueda del Padre que falta.
"Y
hoy podemos decir que vivimos en una sociedad en la que falta el Padre, un
sentido de orfandad que toca la pertenencia y la fraternidad. Por eso Jesús
promete: "Rezaré al Padre y Él les dará otro Paráclito". Me voy, dice
Jesús, pero vendrá otro que le enseñará el acceso al Padre. Él le recordará el
acceso al Padre. El Espíritu Santo no viene a "hacer sus clientes";
viene para señalar el acceso al Padre, para recordarle el acceso al Padre,
aquello que Jesús abrió, aquello que Jesús mostró. No hay una espiritualidad
sólo del Hijo, sólo del Espíritu Santo: el centro es el Padre. El Hijo es el
enviado por el Padre y regresa al Padre. El Espíritu Santo es enviado por el
Padre para recordar y enseñar el acceso al Padre".
Sólo
con esta conciencia de los hijos que no son huérfanos se puede vivir en paz
entre nosotros. Las guerras, siempre, ya sean pequeñas o grandes, siempre
tienen una dimensión de orfandad: falta el Padre para hacer la paz". Por
esta razón - explica el Papa comentando la primera lectura de hoy - Pedro
invita a la primera comunidad cristiana a responder con dulzura, respeto y con
una conciencia recta a aquellos que piden la razón de la fe: "es decir, la
mansedumbre que da el Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos enseña esta
mansedumbre, esta dulzura de los hijos del Padre. El Espíritu Santo no nos
enseña a insultar. Y una de las consecuencias del sentido de orfandad es el
insulto, las guerras, porque si no está el Padre no hay hermanos, se pierde la
hermandad. Son - esta dulzura, respeto, mansedumbre -, son actitudes de
pertenencia, de pertenencia a una familia" que tiene un Padre, "que
es el centro de todo, el origen de todo, la unidad de todos, la salvación de
todos, porque envió a su Hijo para salvarnos a todos". Y envía al Espíritu
Santo para recordarnos el acceso al Padre, "esta paternidad, esta actitud
fraternal de mansedumbre, gentileza, paz".
Actividad del Día
Nos
parece importante reflexionar, y hacernos dar cuenta, que como dice Francisco,
para estar en paz, necesitamos no sentirnos huérfanos, necesitamos estar en
armonía con nuestro Padre, estar cerca, conversar con Él, tenerlo presente.
Por
esto, les proponemos que tengamos un gesto de amor con nuestro Padre, pero no
con el terrenal, sino que con nuestro Padre del cielo. Los invitamos a en forma
de oración, tener un acto con El, realizar un dibujo, cantarle alguna canción, escribir
algunas palabras en forma de conversación con El, tener algún gesto con otra
persona en forma de agradecimiento a Él.