"JUSTICIA, MISERICORDIA Y FIDELIDAD" Mt 23,23

    Pastoral Educativa                           


Querida comunidad educativa:

Buenos días… Los invitamos a unirnos en oración pidiendo al Señor por la lluvia que traiga alivio a los focos de incendio en Córdoba…


 

Nos ponemos en presencia de Dios para comenzar la oración de hoy.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 23, 23-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, pero descuidan lo más importante de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen sucios con su rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera’’.

Palabra del Señor


Reflexionamos


Seguimos escuchando en estos días los ayes de Jesús contra los fariseos y los hipócritas. Los ayes de Jesús, son expresiones que manifiestan desacuerdo, denuncia ante una realidad que se distancia mucho de lo que quiere Dios y más aún cuando estos comportamientos y acciones se manifiestan en personas que se quieren mostrar como profundamente religiosas.

Hoy Jesús les reprende a los escribas y fariseos que se cuidan de pagar los impuestos del hinojo y del comino, pero descuidan lo más importante que es la justicia y la misericordia…dejando en claro, que hay que cuidar las dos cosas para no ser guías ciegos…así como también, los llama hipócritas por cuidar sólo el exterior, cuando por dentro están llenos de codicia y desenfreno.

El señor es duro con la hipocresía, con aquellos que quieren mostrar algo que en realidad no son o no viven, siendo incluso muy duro con los demás. El Papa Francisco, nos decía: “…el fariseo se complace de la propia observancia de los preceptos. Sin embargo, su actitud y sus palabras están muy lejos de la manera en la que Dios habla y actúa…y también: “…Si Dios prefiere la humildad no es para envilecernos: la humildad es más bien la condición necesaria para ser levantados por él, para experimentar la misericordia que viene a colmar nuestros vacíos…”

La Palabra de Jesús también nos habla a nosotros hoy, que en muchas ocasiones somos muy duros con nuestros hermanos en el juzgar y en el comentar sin mirarnos nosotros mismos, la Palabra también hoy a nosotros nos llama a la conversión, porque muchas veces cumpliendo y siendo aparentemente muy buenos cristianos, no reconocemos que interiormente estamos muy cargados de codicia, de desenfreno, de envidias, y cuantas cosas más…que necesitan, purificarse, que necesitan misericordia.

Creo que la clave para reconocernos transparentes será nuestra mirada y vida misericordiosa…cuando podes mirar y comprender misericordiosamente la realidad y vida del hermano, de los demás, es porque seguramente, no sólo experimentaste la misericordia de Dios, sin porque también, sos consciente de que siempre necesitarás de ella.

Jesús me invita hoy, con este texto del evangelio a limpiarme por dentro. A revisarme, a mirarme… a cuidarme por dentro. Y seguramente, renovándome por dentro seguramente quedaré limpio por fuera.

Jesús nos regale y nos siga formando un corazón siempre necesitado de Él, que pueda vivir todo lo que implica ser cristiano, sin aparentar y siendo misericordioso con los demás.

Que el Señor los bendiga, los proteja y les de la Gracia que más necesiten.