TIEMPO PASCUAL
Equipo
Pastoral
15 de mayo
Querida comunidad:
En el Evangelio de hoy Jesús nos deja el mayor de los mandamientos, que
nos amemos los unos a los otros como Él nos ha amado.
Les compartimos la Palabra:
Lectura
del santo evangelio según san Juan 15,12-17:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Este es mí mandamiento: que os améis unos a
otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la
vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os
mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe
lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a
mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy
yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y
vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre
os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».
Palabra
del Señor
Hace unos días les proponíamos demostrar gestos de amor, de cercanía a
aquellas personas que queremos mucho, enviándoles un mensaje o llamandolos para
acortar un poco las distancias que estamos teniendo en estos tiempos de
pandemia…
Hoy, Día internacional de la familia , les proponemos VALORAR
LOS ACTOS DE AMOR de mi familia.
Jesús habita en cada uno de sus hogares, con todos sus sufrimientos,
luchas, alegrías e intentos cotidianos. Si el amor anima la familia , Él Señor
reina allí con su gozo y su paz. La espiritualidad del amor familiar está hecha
de miles de gestos reales y concretos. Dios tiene su morada allí.
Nos animemos hoy a valorar esos gestos de amor de nuestra familia y a
darlos nosotros también.
¡FELIZ DÍA DE LA FAMILIA!
Dios bendiga cada una de las familias de nuestra institución.
A continuación les compartimos la homilía del Papa Francisco del día de
hoy :
Durante la
misa en Santa Marta, Francisco rezó por las familias, recordando el Día
Internacional de hoy dedicado a ellas por la ONU. Oremos por las familias para
que el Espíritu del Señor, el espíritu de amor, respeto y libertad, crezca en
las familias
En su
homilía destacó que la fe en Jesús lleva a la alegría y a la libertad, mientras
que la rigidez causa malestar, nos turba.
En su
homilía, el Papa comentó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hechos
15:22-31) en el que Pablo y Bernabé son enviados a los paganos convertidos de
Antioquía,escandalizados y perturbados por los discursos de algunos que no
tenían ningún cargo. Los Apóstoles traen una carta que anima y alegra a los
nuevos discípulos, explicándoles cómo no están obligados a la circuncisión según
la Ley de Moisés, como exigían algunos fariseos convertidos en cristianos.
"En el
Libro de los Hechos de los Apóstoles vemos que, en la Iglesia, al principio,
hubo tiempos de paz", pero "también hubo tiempos de persecución"
y "tiempos de agitación". Y este es el tema de la primera lectura de
hoy: un tiempo de agitación". Había sucedido que los cristianos que venían
del paganismo "habían creído en Jesucristo y recibido el bautismo, y eran
felices: habían recibido el Espíritu Santo. Del paganismo al cristianismo, sin
ninguna etapa intermedia".
Pero había
cristianos "judaizantes" que "argumentaban que esto no podía
hacerse". Si uno era pagano, primero debía convertirse en judío, un buen
judío, y luego en cristiano". Y los cristianos convertidos del paganismo
no entendieron esto: "¿Pero cómo, somos cristianos de segunda clase? ¿No
se puede pasar del paganismo directamente al cristianismo?". Se
preguntaban si la Resurrección de Cristo había conducido o no, la antigua ley a
una mayor plenitud. Estaban preocupados, turbados, y hubo mucha discusión entre
ellos.
Los
"judaizantes" apoyaron su tesis "con argumentos pastorales,
teológicos, incluso algunos morales" y "esto cuestionaba la libertad
del Espíritu Santo, incluso la gratuidad de la Resurrección de Cristo y de la
gracia". Eran metódicos. Y también rígidos". Jesús ya había
reprochado a estos doctores de la Ley por hacer a los prosélitos peores que
ellos. "Estas personas que eran ideológicas", más que dogmáticas,
habían "reducido la Ley, el dogma a una ideología", a "una
religión de prescripciones, y con ello quitaron la libertad del Espíritu".
Y sus seguidores eran "gente rígida", que no conocían la alegría del
Evangelio.La perfección del camino para seguir a Jesús era la rigidez".
"Estos doctores manipularon las conciencias de los fieles, las
convirtieron en rígidas o se fueron".
El Papa lo
reitera: "La rigidez no es del buen Espíritu, porque pone en tela de
juicio la gratuidad de la redención, la gratuidad de la resurrección de
Cristo" y "durante la historia de la Iglesia, esto se ha repetido.
Pensemos en los pelagianos", “rígidos famosos”. Y aún en nuestros tiempos
hemos visto algunas organizaciones apostólicas que parecían muy bien
organizadas, que funcionaban bien... pero todas rígidas, todas iguales entre
sí, y entonces nos enteramos de la corrupción que había dentro, incluso en los
fundadores".
Donde hay
rigidez no hay Espíritu de Dios, porque el Espíritu de Dios es libertad".
Y esta gente se llevó "la libertad del Espíritu de Dios y la gratuidad de
la Redención". Pero "la justificación es gratuita. La muerte y la
resurrección de Cristo es gratuita. No se paga, no se compra: es un don".
"Los
apóstoles se reunieron en este concilio y al final escribieron una carta que
comenzaba así: 'Parecía bien, de hecho, al Espíritu Santo y a nosotros no
imponeros ninguna otra obligación', y pusieron estas obligaciones más morales,
de sentido común: no confundir el cristianismo con el paganismo" y
"al final, cuando estos cristianos turbados, reunidos en asamblea,
recibieron la carta" se "alegraron por el aliento que les daba.
De la
tristeza a la alegría. El espíritu de la rigidez siempre te lleva al
turbamiento: "¿Pero he hecho esto bien? ¿No lo hice bien? El
escrúpulo." En cambio, el espíritu de libertad evangélica te lleva al
gozo, porque eso es precisamente lo que Jesús hizo con su Resurrección: el
gozo". La relación con Dios, la relación con Jesús no te lleva a decir:
"Yo hago esto y tú me das esto", una "relación comercial: ¡no!
Es gratis, así como la relación de Jesús con los discípulos es gratuita:
"Sois mis amigos". No los llamo sirvientes, los llamo amigos. No me
has elegido a mí: yo te he elegido a ti: esto es la gratuidad".
"Pidamos al Señor que nos ayude a discernir los frutos de la gratuidad evangélica de los frutos de la rigidez no evangélica, y que nos libere de toda perturbación de los que ponen la fe, la vida de fe bajo prescripciones casuísticas, prescripciones que no tienen sentido. Me refiero a estas prescripciones que no tienen sentido, no a los mandamientos. Que nos libere de este espíritu de rigidez que te quita la libertad".