PARA MEDITAR Y VIVIR EN FAMILIA LA PASCUA!!!

   Equipo Pastoral 


11 de mayo


Querida comunidad educativa: Como les comentamos hace unos días, este mes de mayo es dedicado el mes a María. La Iglesia otorga este mes a ella para conocerla y amarla más.

La semana pasada les proponíamos armar un altar especial con imagen de María para que la tengamos presente cada día en este mes. Los más chicos podían dibujar a María y colorearla.  

En esta ocasión, queremos armar como familia un denario para rezarle a la Virgen María.  

 ¿Qué son los denarios?  Tienen la intención de ser un rosario versión miniatura para llevar como pulsera y que sirve de guía para rezar el Santo Rosario de la tradición católica. Los denarios surgieron cuando religiosos católicos salían de viaje, y al no poder llevarse rosarios, se los fabricaron con cordones sencillos.

Es una herramienta que nos puede ayudar mucho para comenzar a rezar y con ello aprender a orar.

 

Tener el denario en la mano es además estar tomado de la mano de María. Y cada Ave María se convierte en una rosa para ella.

 

El Denario se compone por diez cuentas (las cuales representan 10 Ave Marías),  otra cuenta (la cual representa 1 Gloria) y una cruz en el extremo (en la cual se reza 1 Padrenuestro).                                                                     

 

  El mismo se puede realizar con crochet, con cartulina o goma eva, con perlitas y una cruz… Como deseen…

Una vez que lo hayan realizado al denario, los invitamos a rezarlo en familia. Comenzando con el Padre Nuestro, Diez Ave Marías y el Gloria.

 

Luego, nos pueden compartir una imagen de su altar junto a María, o de su denario, al Gmail: pastoralinmacu@gmail.com así compartimos en comunidad nuestro rincón dedicado a María en este mes tan especial.

 

Rezamos como comunidad educativa por el eterno descanso de ALBARRACIN SANDRA DEL MILAGRO, madre de dos alumnos de nuestra institución, y para que el Señor les de fortaleza en este momento a su familia.


A continuación, les compartimos el Evangelio del día junto con un extracto del Papa Francisco del mismo:


Lectura del Santo Evangelio según San Juan (14,21-26):

 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama será amado mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

Le dijo Judas, no el Iscariote:

«Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?»

Respondió Jesús y le dijo:

«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho».

 

Palabra del Señor

 

Extracto del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy:

Este 11 de mayo, en la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo Padre rezó por todos aquellos que sufren porque perdieron sus trabajos durante este período y recordó el aniversario del hallazgo del cuerpo de San Timoteo en la Catedral de Termoli, Italia. En su homilía, el Pontífice dijo que el Espíritu Santo nos ayuda a comprender cada vez más lo que Jesús nos enseñó.

 “Nos unimos a los fieles de Termoli, hoy en la fiesta del hallazgo del cuerpo de San Timoteo. En estos días mucha gente ha perdido su trabajo; no fueron contratados de nuevo, trabajaban ilegalmente... Oremos por estos hermanos y hermanas nuestros que sufren esta falta de trabajo”.

 

Comentó en su homilía el Evangelio de hoy (Juan 14, 21-26) en el que Jesús anuncia a sus discípulos que les enviará al Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en su nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que Él les ha dicho. "Es la promesa del Espíritu Santo – dijo el Papa – el Espíritu Santo que habita en nosotros y que el Padre y el Hijo envían" para "acompañarnos en la vida". Se llama Paráclito, es decir, el que "sostiene, el que acompaña para no caer, que te mantiene firme, que está cerca de ti para sostenerte". Y el Señor nos ha prometido este apoyo, que es Dios como Él: Él es el Espíritu Santo.

¿Qué hace el Espíritu Santo en nosotros? El Señor lo dice: "Él te enseñará todo y te recordará todo lo que les he dicho. Enseña y recuerda. Este es el oficio del Espíritu Santo. Nos enseña: nos enseña el misterio de la fe, nos enseña a entrar en el misterio, a comprender un poco más el misterio, nos enseña la doctrina de Jesús y nos enseña a desarrollar nuestra fe sin cometer errores, porque la doctrina crece, pero siempre en la misma dirección: crece en comprensión. Y el Espíritu nos ayuda a crecer en la comprensión de la fe, a entenderla más y a ir más allá para entender lo que dice la fe. La fe no es algo estático; la doctrina no es algo estático: crece" siempre, pero crece "en la misma dirección". Y el Espíritu Santo impide que la doctrina se equivoque, impide que se quede quieta allí, sin crecer en nosotros. Nos enseñará las cosas que Jesús nos enseñó, desarrollará en nosotros la comprensión de lo que Jesús nos enseñó, hará crecer en nosotros la doctrina del Señor, hasta la madurez".

Y otra cosa que hace el Espíritu Santo, es recordar: "Él les recordará todo lo que les he dicho. "El Espíritu Santo es como la memoria, nos despierta, nos mantiene siempre despiertos "en las cosas del Señor" y también nos hace recordar nuestra vida, cuando nos encontramos con el Señor o cuando lo dejamos.

El Papa recordó a una persona que rezó ante el Señor así: "Señor, soy el mismo que de niño, de joven, tuvo estos sueños. Entonces, fui por los caminos equivocados. Ahora me has llamado". Esto – dijo el Pontífice – es el recuerdo del Espíritu Santo en la vida de uno. Te lleva a la memoria de la salvación, a la memoria de lo que Jesús te enseñó, pero también a la memoria de tu propia vida. Esto es una hermosa forma de rezar al Señor: "Yo soy el mismo. He caminado mucho, he cometido muchos errores, pero soy el mismo y tú me amas".  Es "la memoria del camino de la vida".

 

"Y en este recuerdo, el Espíritu Santo nos guía; nos guía para discernir, para discernir lo que debo hacer ahora, cuál es el camino correcto y cuál el equivocado, incluso en las pequeñas decisiones. Si pedimos luz al Espíritu Santo, nos ayudará a discernir para tomar las decisiones correctas, las pequeñas decisiones de cada día y las más grandes". El Espíritu "nos acompaña, nos sostiene en el discernimiento", "nos enseñará todo, es decir, hace crecer la fe, nos introduce en el misterio, el Espíritu que nos recuerda: nos recuerda la fe, nos recuerda nuestra propia vida y el Espíritu que en esta enseñanza, en esta memoria, nos enseña a discernir las decisiones que debemos tomar. Y a esto los Evangelios le dan un nombre al Espíritu Santo: sí, Paráclito, porque te sostiene, pero otro nombre más hermoso: es el Don de Dios. El Espíritu es el don de Dios. El Espíritu es precisamente el Don: "No te dejaré solo, te enviaré un Paráclito que te sostendrá" y nos ayudará a avanzar, a recordar, a discernir y a crecer. El don de Dios es el Espíritu Santo.

“Que el Señor nos ayude a mantener este don que nos dio en el Bautismo y que todos tenemos dentro de nosotros”.