PARA MEDITAR Y VIVIR EN FAMILIA LA PASCUA!!!
Equipo
Pastoral
Lunes
27 de Abril
Evangelio
del día según San Juan (6, 22-29)
Después
de la multiplicación de los panes, cuando Jesús dio de comer a cinco mil
hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la
multitud, que estaba en la otra orilla del lago, se dio cuenta de que allí no
había más que una sola barca y de que Jesús no se había embarcado con sus
discípulos, sino que éstos habían partido solos. En eso llegaron otras barcas
desde Tiberíades al lugar donde la multitud había comido el pan. Cuando la
gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a
Cafarnaúm para buscar a Jesús.
Al
encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo
llegaste acá?” Jesús les contestó: “Yo les aseguro que ustedes no me andan
buscando por haber visto signos, sino por haber comido de aquellos panes hasta
saciarse. No trabajen por ese alimento que se acaba, sino por el alimento que
dura para la vida eterna y que les dará el Hijo del hombre; porque a éste, el
Padre Dios lo ha marcado con su sello”.
Ellos
le dijeron: “¿Qué necesitamos para llevar a cabo las obras de Dios?” Respondió
Jesús: “La obra de Dios consiste en que crean en aquel a quien él ha enviado”.
Palabra de Dios.
Reflexión del Papa
Francisco del Evangelio de hoy
En
la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta, este Lunes de
la Tercera Semana de Pascua, el Papa Francisco pidió por los artistas:
“Oremos
hoy por los artistas, que tienen esta gran capacidad de creatividad y por la
vía de la belleza nos muestran el camino a seguir. Que el Señor nos dé a todos
la gracia de la creatividad en este momento”.
En
su homilía, el Papa Francisco comentando el Evangelio de hoy (Jn 6, 22-29) en
el que Jesús reprocha a la muchedumbre que lo busca, después de la
multiplicación de los panes y los peces, sólo porque se han satisfecho y les
exhorta a trabajar no por el alimento que no dura, sino por el alimento que
permanece para la vida eterna y que el Hijo del Hombre dará. La multitud
pregunta qué hacer y Jesús responde: "Esta es la obra de Dios: que crean
en el que Él ha enviado". La multitud que escuchaba a Jesús sin cansarse –
afirmó el Pontífice – una vez saciada, pensó que lo harían rey: habían olvidado
su primer entusiasmo por la palabra de Jesús. Y el Señor recuerda a la multitud
el primer sentimiento. Corrigió el camino de la gente que había tomado un
camino más mundano que evangélico. Esto también nos sucede cuando nos alejamos
del camino del Evangelio y perdemos la memoria del primer entusiasmo por la
palabra del Señor. Jesús nos hace volver al primer encuentro; esto es una
gracia, frente a las tentaciones de alejarse. La gracia de volver siempre a la
primera llamada, cuando Jesús nos miró con amor. Cada uno de nosotros tiene la
experiencia del primer encuentro en el que Jesús nos dijo: "Sígueme".
Luego, en el camino, nos alejamos y perdemos la frescura de la primera llamada.
El Papa nos invita a rezar para que el Señor nos dé la gracia de volver al
momento en el que tuvimos la experiencia de encontrar a Jesús.
La
gente que había escuchado a Jesús durante todo el día, y luego tuvo la gracia
de multiplicar los panes y vio el poder de Jesús, quería hacerlo rey. Primero
fueron a Jesús para escuchar la palabra y también para pedir la curación de los
enfermos. Se quedaron todo el día escuchando a Jesús sin aburrirse, sin
cansarse o (estar) cansados, pero estaban allí, felices. Pero cuando vieron que
Jesús los alimentaba, lo cual no esperaban, pensaron: "Pero este sería un
buen gobernante para nosotros y seguramente podrá liberarnos del poder de los
romanos y llevar el país adelante". Y estaban encantados de hacerle rey.
Su intención cambió, porque vieron y pensaron: "Bien... porque una persona
que realiza este milagro, que alimenta a la gente, puede ser un buen
gobernante. Pero habían olvidado en ese momento el entusiasmo que la palabra de
Jesús hacía nacer en sus corazones.
Jesús
se marchó y se fue a rezar. Se puede ver a esa gente, se quedaron allí, y al
día siguiente buscaban a Jesús, "porque debe estar aquí" dijeron,
porque habían visto que no había subido al barco con los demás. Y había un
barco allí, se quedó allí... Pero no sabían que Jesús había alcanzado a los
otros caminando sobre las aguas. Así que decidieron ir al otro lado del Mar de
Tiberíades para buscar a Jesús y cuando lo vieron, la primera palabra que le
dijeron fue: "Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?", como diciendo:
"No entendemos, esto parece una cosa extraña".
Y
Jesús les hace volver al primer sentimiento, a lo que tenían antes de la
multiplicación de los panes, cuando escucharon la palabra de Dios: "En
verdad, en verdad les digo que no me buscan porque han visto signos – como al
principio, los signos de la palabra, que les emocionaron, los signos de la
curación – no porque hayan visto signos sino porque han comido de esos panes y
los he saciado. Jesús revela su intención y dice: "Pero es así, has
cambiado de actitud. Y ellos, en vez de justificarse: "No, Señor, no...",
fueron humildes. Jesús continúa: "No trabajen por la comida que no dura,
sino por la comida que queda para la vida eterna y que el Hijo del Hombre te
dará. Porque sobre Él, el Padre, Dios, ha puesto su sello". Y ellos, buena
gente, dijeron: "¿Qué debemos hacer para hacer las obras de Dios?".
"Que creas en el Hijo de Dios". Este es un caso en el que Jesús
corrige la actitud de la gente, de la multitud, porque a mitad del camino se
había desviado un poco del primer momento, del primer consuelo espiritual y
había tomado un camino que no era el correcto, un camino más mundano que
evangélico.
Esto
nos hace pensar muchas veces que en la vida empezamos a seguir a Jesús, detrás
de Jesús, con los valores del Evangelio, y a mitad de camino nos hacemos otra
idea, vemos algunos signos y nos alejamos y nos conformamos con algo más
temporal, más material, más mundano, tal vez, y perdemos el recuerdo de ese
primer entusiasmo que tuvimos cuando escuchamos hablar a Jesús. El Señor
siempre nos hace volver al primer encuentro, al primer momento en que nos miró,
nos habló e hizo nacer en nosotros el deseo de seguirle. Esta es una gracia
para pedirle al Señor, porque en la vida siempre tendremos esta tentación de
alejarnos porque vemos otra cosa: "Pero eso irá bien, pero esa idea es
buena...". Nos estamos alejando. La gracia de volver siempre a la primera
llamada, al primer momento: no olvides, no olvides mi historia, cuando Jesús me
miró con amor y me dijo: "Este es tu camino"; cuando Jesús a través
de tantas personas me hizo comprender cuál era el camino del Evangelio y no
otros caminos un poco mundanos, con otros valores. Vuelve al primer encuentro.
Actividad del Día
Hoy
vamos a intentar recordar y reflexionar sobre nuestros primeros encuentros con
Jesús, y vamos a pensar, cuantas veces nos alejamos de el porque nos desviamos
con cosas mundanas, cosas de todos los días.
Luego de pensar en esto, vamos a invitarlos a hacer algo como artistas. Hoy, Francisco pidió por todos los artistas y su creatividad y no habla solo de los artistas famosos que aparecen en la televisión, sino que habla del artista que cada uno de nosotros lleva dentro. Por esto, los invitamos a que realicen una intervención artística, para pedir por las veces que nos alejamos de Él y nos concentramos en las cosas mundanas, puede ser cantar una canción, realizar un dibujo, hacer una manualidad, escribir alguna poesía, etc.