PARA MEDITAR Y VIVIR EN FAMILIA LA PASCUA!!!
Equipo
Pastoral
13 de mayo
Querida comunidad educativa:
Hoy miércoles 13 de mayo la iglesia festeja la
advocación de la Virgen de Fátima,
recordando un año más de la primera de las apariciones de la Virgen de
Fátima a los tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta, ocurridas en Cova da
Iria (Portugal) en 1917. La Virgen se
presentó frente a los niños en el contexto de una Europa en plena Primera
Guerra Mundial.
Ese día, entre otras cosas, la Virgen María les
dijo, que regresaría durante los próximos seis meses todos los días 13 a la
misma hora.
Les compartimos un video para conocer más sobre
la HISTORIA DE LAS APARICIONES DE FATIMA
por si desean verlo en familia:
https://www.youtube.com/watch?v=RkiBu7qLmSY&feature=youtu.be
A su vez, les compartimos el Evangelio del día junto con un extracto del Papa Francisco:
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 15,1-8:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el
labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da
fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os
he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si
no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece
en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego
los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis
fruto abundante; así seréis discípulos míos».
Palabra del Señor
Extracto del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy:
Francisco
preside la misa el miércoles de la quinta semana de Pascua y en el día en que
la Iglesia celebra la memoria de Nuestra Señora de Fátima. En la
introducción, dirigió sus pensamientos a
los estudiantes y educadores:
Recemos hoy
por los estudiantes, los alumnos que estudian y los enseñantes que deben
encontrar nuevos caminos para avanzar en la enseñanza: que el Señor les ayude
en este camino, les dé coraje y también un buen éxito.
En su
homilía el Papa comentó el Evangelio de hoy (Juan 15:1-8).
"El
Señor - dijo el Papa - vuelve sobre el 'permanecer
en Él', y nos dice: 'La vida cristiana es permanecer en mí'.
Permanecer.
Y utiliza aquí la imagen de la vid, el cómo los sarmientos permanecen en la
vid. Y este permanecer no es un permanecer pasivo, un adormecimiento en el
Señor. En cambio "este permanecer" es un permanecer activo, y también es un permanecer recíproco. ¿Por qué? Porque Él dice: "permanezcan en mí y yo en
ustedes". Él también permanece en nosotros, no sólo nosotros en Él. Es una
permanencia recíproca.
Este
"permanecer recíproco es un misterio", "un misterio de la vida,
un hermoso misterio". "Es verdad, los sarmientos sin la vid no pueden hacer nada porque no les llega la
savia, necesitan la savia para crecer y dar fruto. Pero también el árbol, la vid
necesita de los sarmientos, porque los frutos no están unidos al árbol, a la
vid. Es una necesidad recíproca, es un permanecer
recíproco para dar fruto".
Y esto es la vida cristiana: es verdad,
la vida cristiana es cumplir los mandamientos, esto debe hacerse. La vida
cristiana es ir por el camino de las bienaventuranzas: esto debe hacerse. La
vida cristiana es realizar obras de misericordia, como el Señor nos enseña en
el Evangelio: y esto debe hacerse. Pero es también más: es este permanecer
recíproco. Sin Jesús no podemos hacer
nada, como los sarmientos sin la vid. Y Él sin nosotros parece que no puede
hacer nada, porque el fruto lo da el sarmiento, no el árbol, la vid".
“En esta ‘permanencia’ recíproca está la fecundidad”.
¿Y cuál es
la necesidad que tiene el árbol de la vid de los sarmientos? "Es tener
frutos". "¿Cuál es la
necesidad que tiene Jesús de nosotros? El testimonio. Cuando en el
Evangelio dice que nosotros somos luz, dice: brille la luz que hay en ustedes,
para que los hombres vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre. Es decir, el
testimonio es la necesidad que tiene Jesús de nosotros. Dar testimonio de su
Nombre, porque la fe, el Evangelio, crece por el testimonio".
Jesús "necesita nuestro
testimonio" para que "la Iglesia crezca". Y este es
el misterio recíproco del "permanecer". Él y el Padre y el Espíritu
permanecen en nosotros, y nosotros permanecemos en Jesús".
"Nos
hará bien pensar y reflexionar sobre esto: permanecer
en Jesús y Jesús permanece en nosotros. Permanecer en Jesús para tener la
savia, la fuerza, tener la justificación, la gratuidad, para tener la
fecundidad. Y Él permanece en nosotros para darnos la fuerza del fruto, para
darnos la fuerza del testimonio con el que la Iglesia crece".