¡FELIZ PENTECOSTÉS!
Equipo
Pastoral
1 de junio
Querida
comunidad Educativa: ¡FELIZ PENTECOSTÉS! Estamos de fiesta,
ayer celebramos la llegada del Espíritu Santo. ¡¡¡La promesa de Jesús de no
dejarnos solos se cumplió!!!
Les compartimos la Palabra
de Dios de hoy
Lectura del Santo
Evangelio según San Marcos
(12,1-12):
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en
parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos: «Un hombre
plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del
guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. A su tiempo, envió
un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos
lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro
criado; a éste lo insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron; y a
otros muchos los apalearon o los mataron. Le quedaba uno, su hijo querido. Y lo
envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se
dijeron: "Éste es el heredero. Venga, lo matamos, y será nuestra la
herencia." Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Acabará con los ladrones y arrendará la viña a
otros. ¿No habéis leído aquel texto: "La piedra que desecharon los
arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido
un milagro patente"?»
Intentaron echarle mano, porque veían que la
parábola iba por ellos; pero temieron a la gente, y, dejándolo allí, se
marcharon.
Palabra
del Señor
Comenzamos
el mes de junio, mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús.
La
imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra
fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto,
le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida.
La Iglesia dedica todo el mes de junio al
Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos,
lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.
Esto significa que debemos vivir este mes demostrándole
a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que
Él nos tiene y que nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros,
quedándose en la Eucaristía y enseñándonos el camino a la vida eterna.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o
alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y
amando.
Vivamos recordándolo y pensando cada vez que
actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Eso
es lo mejor que podemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo,
en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).
Nosotros podemos demostrar nuestro amor al
Sagrado Corazón de Jesús con nuestras obras: en esto precisamente consiste la
devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Los invitamos a que juntos como familia comencemos
el mes rezándole al Sagrado Corazón de Jesús.